Ahora, reducir el estrés de los padres por no saber cómo actuar con sus hijos es posible
Complemento a la terapia de niños entre 1 y 4 años
Como padres, reconocemos que no somos perfectos. En ocasiones, la comunicación con niños diagnosticados con autismo puede representar un desafío, ya que no siempre disponemos de las estrategias más adecuadas para responder a sus necesidades específicas. Tras una intensa jornada laboral, es comprensible que el estrés acumulado se manifieste, afectando la dinámica y el ambiente en el hogar.
Una de las principales dificultades a las que se enfrentan las familias con niños diagnosticados con autismo o con sospechas de autismo es la necesidad de contar con una intervención constante y adecuada que potencie el desarrollo del niño en los primeros años de vida.
Nuestro enfoque de intervención en el hogar se centra en capacitar a la familia para que, de forma continua y adaptada a las necesidades específicas de su hijo, puedan fomentar y reforzar la comunicación social. Durante las sesiones de entrenamiento, se enseñan estrategias prácticas para integrar la terapia en la rutina diaria. Por ejemplo, en momentos puntuales como es el juego simbólico o establecer las normas, los padres aprenden a identificar oportunidades para incentivar al niño a expresar sus deseos, emociones y a interactuar con su entorno.
La intervención en casa permite personalizar las técnicas terapéuticas según las fortalezas y áreas de mejora de cada niño. Este enfoque no sólo facilita la generalización de las habilidades aprendidas en la consulta, sino que también fortalece el vínculo emocional entre el niño y su familia: padres y hermanos. Al ver que cada momento cotidiano puede transformarse en una sesión terapéutica, los padres adquieren la seguridad y la confianza necesaria para abordar los desafíos diarios del TEA.