El universo de los niños es muy especial y cualquier cambio puede afectar a su equilibrio. El nacimiento de un hermano, la muerte de un abuelo o una separación de los padres, puede romper las bases de su mundo y sentir una profunda tristeza. Al margen del entorno familiar, tal vez suceda algo en el cole o con los amigos que suponga para el niño una molestia y se convierta en una situación angustiosa mucho más tiempo del necesario.
Ante cambios de comportamiento repentinos y extraños, es conveniente ver qué sucede y empezar a dar las herramientas apropiadas a su edad para que vaya gestionando él mismos sus propios conflictos según vayan surgiendo. Como Terapeuta Gestalt especializado en niños, ayudo a los más pequeños a que pongan orden a sus emociones y a que superen sus dificultades en distintos ámbitos: en casa, en el colegio, en los espacios destinados al ocio o en los lugares que representen una dificultad social para el niño.
Por otro lado, hay etapas en los niños que suponen un punto de inflexión y donde es normal que se sientan vulnerables. Tras un tiempo, afrontan las situaciones con naturalidad y enseguida las normalizan. Los padres en ocasiones vienen a consulta preocupados por un tema infantil, y después se queda uno de los padres en terapia porque el niño sólo le hacia de espejo y en realidad, quien necesitaba desbloquear no era el pequeño.