Falsos mitos en la pareja
La pareja es mucho más que el enamoramiento del principio o llevar a cabo un proyecto común de vida. Tu pareja debe ser esa persona que has elegido compañera de vida, una amiga, un cómplice, tu descanso, tu oasis, tu apoyo y tu remanso de paz, sin que esto signifique que tengáis que hacer todo juntos todo el tiempo.
De hecho, el espacio y el aire en la pareja es muy recomendable para generar relaciones sanas y de confianza.
No por ser pareja, quiere decir que tengamos los mismos gustos o las mismas aficiones. Cada miembro de la pareja puede desarrollar sus inquietudes de una manera independiente y la otra persona no tiene por qué sentir recelo por esta circunstancia.
La pareja: ¿cuándo debe plantearse ir a terapia?
La terapia de pareja no solo debe ser un recurso cuando hay algún problema grave o irreversible en la relación.
No.
Es una opción que se puede plantear antes, sin que el problema llegue a ser grave como para que ya no haya solución.
De ahí que, ante una crisis relativamente prolongada en el tiempo, se acuda a terapia de pareja para obtener la opinión de un profesional experimentado antes de dar por perdida la relación o dejar que el problema se vaya haciendo más grande.
¿Cuál es la causa que está debajo de todos los conflictos de pareja?
Hay una sola causa que subyace bajo los conflictos en la pareja.
Sí, sí solo una. Aunque te parezca mentira, es simple.
La comunicación. O, mejor dicho, la falta de comunicación.
La capa que está detrás de los problemas de pareja es la comunicación, ya sea en asuntos ordinarios como la educación de los hijos, la relación con el resto de la familia, o la sexualidad; o ya sean asuntos concretos y específicos, como es una infidelidad, una crisis puntual, un mal momento en el trabajo o un momento de búsqueda de uno mismo.
A través de la comunicación entendemos al otro. Podemos generar empatía por la otra parte y tomar consciencia de que hay otra persona con la que debemos tener consideración. Ya más adelante, podemos poner en marcha acciones que consideren al otro y darnos cuenta de aquello que tenemos que trabajar en nosotros mismos, en primer lugar, y en segundo, por el otro.
En esencia, en medio de una crisis de pareja hay que poner atención en la incapacidad de ver al otro.
Esto no quiere decir que uno de los miembros de la pareja se tenga que someter a los deseos del otro. No. Pero sí, aclarar ciertos puntos y ponerse de acuerdo en las bases estructurales sobre las que se va a fundamentar la relación.
Pareja y sexualidad
Uno de los terrenos que primero se resiente cuando hay desacuerdos entre la pareja es el sexual. Cuando hay algún conflicto, alguno de los miembros -o los dos – se cierra en banda y se minimizan los momentos de intimidad y complicidad que existen entre la pareja.
No nos engañemos. La vida sexual de la pareja no siempre es igual.
La vida sexual de la pareja está sometida a continuos cambios. Va evolucionando con el tiempo de la relación. Pasa de ser muy activa, intensa e, incluso, frenética a estabilizarse con los años.
Hasta ahí todo bien.
La cosa es observar si la calidad de las relaciones sexuales depende de las discusiones o problemas de la pareja… o si las relaciones se merman por un motivo concreto o un bache específico en la vida de la pareja. Si ha habido una circunstancia en la familia que impacta de lleno en la intimidad de la pareja, en cierto modo, esto es normal y no debe ser motivo de alarma.
Por otro lado, tan anormal es que se interrumpan las relaciones íntimas de la pareja por los continuos desacuerdos, como que se intente arreglar todos los roces en la cama.
Hay parejas que entran en una especie de bucle tóxico en el que inconscientemente discuten sobre cualquier cosa para después arreglar sus asuntos de manera física. Esto es una manera inmadura y virulenta de forjar una relación, pues no hay comunicación de calidad que suponga el crecimiento en la pareja. Uno de los miembros, en general el más despierto, suele tener después una sensación de vacío profundo y desamparo con respecto al otro.
Problemas de pareja en vacaciones
Es muy curioso este dato. Algunos profesionales y terapeutas notan que la consulta se les llena de parejas tras el verano o después de los periodos vacacionales. Y es que muchas relaciones hacen aguas tras pasar unos días de relax y diversión… ¿Cómo es eso?
¿Os habéis fijado que tras un tiempo sostenido de estrés o mucho nerviosismo por lo que sea, el cuerpo aguanta y cuando pasa, ¡paffff! aparece el síntoma? Te viene una infección, un vértigo o problemas estomacales… Pues, también surgen las discusiones y los antiguos rencores cuando la pareja está en calma.
Y si lo piensas en medio de un tiempo de descanso, también es lógico que salgan todos los asuntos pendientes entre dos personas, ¿verdad?
¿Qué pasa ahí?
Pues otra vez aparece nuestra amiga la comunicación, o, mejor dicho, la pérdida total o parcial de ésta.
¿Qué hacer para solucionar los problemas de pareja y las discusiones?
Buscar un buen terapeuta que os apoye es fundamental.
Es importante que os ayude a desarrollar técnicas y estrategias efectivas de comunicación para que sigáis creciendo junta, como una unidad.
O bien, para que cada uno siga adelante por su lado cerrando bien la etapa: con cariño, compasión y por supuesto, con buena comunicación.
Ven a verme. Tengo una consulta en Madrid, otra en San Martín de la Vega y también puedo recibiros de forma online. Consultadme vuestro caso. La entrevista es gratis. Seguro que os puedo ayudar en algún aspecto para mejorar la calidad de la relación.