Primero: entender qué es la resistencia en terapia
Hay diferentes formas de resistencia a hacer terapia. Esta resistencia suele darse al principio, en el proceso de búsqueda del terapeuta ideal. Ningún profesional es lo bastante bueno. Ninguno lo bastante barato.
También aparecen las resistencias una vez iniciada la terapia, a las pocas sesiones, y la persona deja la terapia por este autosabotaje: no siento que me esté haciendo nada, no conectamos, es muy caro, no tengo tiempo…
Hay personas que saben que tienen un problema, pero evitan buscar ayuda, ya sea por el miedo al estigma social, la desconfianza hacia los terapeutas o la negación del propio dolor. La resistencia a comenzar una terapia no significa que haya algo mal contigo; es una experiencia natural a la que se enfrentan muchas personas. Pero entender las razones que se esconcen detrás de esta resistencia puede ayudar a disipar tus temores y dar el paso hacia la sanación y la transformación personal.
Si estás listo para superar esta resistencia inicial hacia el terapeuta y comenzar tu viaje hacia el bienestar, sigue leyendo y aprenderás estrategias efectivas para superar estas barreras y encontrar el apoyo que necesitas para tu bienestar.
Las razones más comunes que te impiden seguir una terapia
La resistencia a la terapia es un fenómeno complejo e incoherente que puede tener múltiples causas. Una es el temor al cambio. La psicoterapia puede ser un proceso desafiante que requiere un cambio de perspectiva y comportamiento, y ello puede generar miedo y resistencia en algunas personas. Cuántas veces habré oído en consulta: ‘Esto supone un salto al vacío y me quedo como estoy. Más vale lo malo conocido…’.
Otra causa es la negación. Hay personas que niegan que tengan un problema o que la psicoterapia pueda ayudarles. La negación suele ser un mecanismo de defensa para protegerse del dolor o la vergüenza.
Otra razón muy frecuente es la baja autoestima, ya que las personas con problemas de baja autoestima tienen dificultades para confiar en los demás o tienen la creencia errónea de que no merecen ayuda.
Estos son algunos motivos para no iniciar una terapia o dejarla a medias. A esto se añade la falta de recursos económicos como excusa perfecta para abandonar las sesiones.
En los casos más extremos, que son los que se dan en personas con trastornos de personalidad, como el trastorno borderline de la personalidad, la terapia se abandona rápido porque no hay conexión con el terapeuta y, por tanto, compromiso con el tratamiento. Es ahí cuando la persona se va convencida de que no hay solución para ella.
Consejos para superar la resistencia a la terapia
En una terapia se tocan muchos estratos de la vida de la persona: la infancia, la adolescencia, la relación con los padres u otros miembros de la familia, así como los traumas más importantes por los que ha pasado la persona. Por tanto, es un proceso largo, muchas veces de varios años, en los que se tiene que integrar lo que haya quedado bloqueado, negado o inconcluso de la vida de esa persona.
Hay que tener paciencia y darse la oportunidad de ver qué hay al otro lado. Hay quien siente un hastío tan grande en su vida, que se entrega a hacer terapia porque ya no hay nada más que perder. Hay quien ya no puede convivir con un sufrimiento tan insoportable y logra realizar una terapia completa con éxito. Para ello es necesario mucho compromiso consigo mismo.
Desde mi punto de vista como terapeuta, aconsejo a mis pacientes:
- Establecer metas realistas durante la terapia para ayudarte a mantener la motivación y el foco. Eso no significa que hay días donde se remueven muchas cosas y aparezcan sensaciones como pena; rabia; tristeza; soledad o desesperación.
- Debes encontrarte cómodo con tu terapeuta. Es muy importante. Yo trabajo para crear un clima de confianza y sutileza adecuado para que la persona se pueda abrir con seguridad y sin juicios.
- Ser paciente. La terapia es un proceso que requiere tiempo, compromiso y esfuerzo para conectar con sensaciones bloqueadas. No esperes resultados inmediatos, tal y como he comentado en el punto inicial. Es un proceso con altos y bajos.
Si estás experimentando resistencia a la terapia, no te desanimes. Con el tiempo y el esfuerzo, puedes superarlo y obtener los beneficios de la terapia.
La gran pregunta ¿qué hay detrás de esa resistencia a venir o completar la psicoterapia?
Ha llegado el momento de que te revele qué hay detrás de esa resistencia a hacer o terminar una terapia. Esto no lo verás en la literatura. Es una conclusión que he sacado yo a base de ver la misma resistencia en muchos pacientes que empezaban y a las pocas sesiones dejaban la terapia a medias.
Detrás de la resistencia a hacer terapia hay algo paradójico que nadie espera oír. Sin embargo, es la mayor contradicción que tiene el ser humano que sufre.
Detrás de esas resistencias se esconde un goce. El goce que lleva consigo el sufrimiento. Esto puede parecer muy loco y de hecho es una gran paradoja: ¿cómo es posible que una persona intuya que no es feliz e inconscientemente quiera continuar en el mismo punto? Seguir ahí, en ese fango pringoso de siempre, les permite mantener su identidad, porque de lo contrario se quedarían desprovistos de su falso yo. Algo que esa persona se ha afanado en construir para no dejar ver su verdadera esencia: su SER.
¿Cómo van a renunciar a esa identidad tejida de sufrimiento que tanto tiempo les ha costado construir? Lo que no saben es que es precisamente esa creencia lo que les impide ser feliz.
¿Qué te parece? ¿Te ha sorprendido lo que acabas de leer?
Si alguna vez piensas que debes tratar un problema con un terapeuta, pero no te has atrevido, cuenta conmigo. Yo puedo ayudarte a soltar la carga que llevas dentro. Sólo con darle luz y hablar de ello, ya te encontrarás liberado. Mi consulta es un laboratorio donde puedes experimentar lo que necesites sin juicios, con libertad y respeto.
Ven a conocerme. La primera entrevista no tiene coste.